Un año más,
y con este ya van siete, el pasado domingo 18 de marzo se celebró
la carrera popular de Aldeanueva de Ebro. Y una año más
un sobresaliente para los organizadores, el joven Club de AtletismoEntreviñas que está consiguiendo
hacer grande esta carrera, y lo que es más importante está
consolidando la práctica del atletismo en nuestro pueblo,
sobre todo de los más pequeños.
Desde
las 10:30 de la mañana en que comenzó la carrera de los
benjamines, hasta la una del mediodía que finalizó la
carrera de adultos, las calles de la Aldea fueron un auténtico
hervidero de corredores y público aficionado.
La
mañana amaneció calmada y soleada, pero se fue
levantando un ligero viento, e incluso se llegaron a escapar unas
gotas que amenazaron con mojarnos a los corredores de los 10 k, pero
que no llegaron a más.
A
las 12 en punto se daba la salida neutralizada en la Plaza de España,
para un par de minutos más tarde, comenzar ya la carrera en la
puerta del Museo del Vino. Quedaban por delante cuatro vueltas
alrededor del ya conocido circuito urbano para cubrir los
10 kilométros del recorrido.
El
perfil de la prueba es prácticamente llano, con una ligera
cuesta por el barrio de San Roque, que a pesar de su liviandad
conforme se van sucediendo las vueltas cada vez se hace más
dura, una dureza que este año se vió incrementada por
ser precisamente en esa zona donde el viento nos daba de frente.
La
monotonía que en principio puede suponer la repetición
por cuatro veces del mismo circuito, se veía compensada por la
animación del público a lo largo de todo el recorrido,
y muy especialmente al paso por la Plaza, de manera que los
kilométros se me fueron sucediendo “sicologicamente”
rapidamente, aunque cronológicamente no tanto.
¡Larga
vida a la Carrera Enoturismo de Aldeanueva de Ebro, y larga vida
al Club Entreviñas!
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