A pesar del vacío
bibliográfico sobre la prehistoria en Aldeanueva de Ebro y de la ausencia de excavaciones
arqueológicas en profundidad, Carmen Herreros González y Mª Carmen Santapau Pastor (1) sirviéndose de la información de la Carta Arqueológica del municipio y
de los informes técnicos de algunos sondeos arqueológicos de carácter
superficial realizados en su término municipal (2), demuestran como ya entre el
Paleolítico y la Edad de los Metales se produjo la ocupación y uso de su
terreno, evidenciando una Aldeanueva prehistórica mucho más rica y dinámica de
lo que hasta el momento se podía constatar.
Vasija Bronce Final. Cabezo La Torre (Aldeanueva de Ebro). Foto A. Pérez
Los primeros restos que
nos acercan a la presencia de población en Aldeanueva son un conjunto de talleres
de sílex que demuestran como en el paleolítico
grupos de homínidos utilizaron el entorno de Aldeanueva en su proceso de
supervivencia, aprovechando la combinación paisajística que les permitía tanto
resguardarse en las zonas más abruptas como el acceso a la caza y al agua en la
llanura.
Hasta la fecha han
sido localizados un total de 22 talleres de sílex, caracterizados de
manera global por presentar una industria lítica indeterminada y por ser, casi con toda probabilidad, talleres puntuales de
paso, utilizados de manera esporádica y estacional en función de necesidades
precisas.
Entre los hallazgos más
destacables están un bifaz sobre lasca de talla unifacial realizado en sílex
blanco y una punta musteriense clásica sobre lasca apuntada mediante retoque
simple, pertenecientes al paleolítico
inferior y encontrados en el término de “Montote”.
Bifaz yacimiento Montonte. Foto L. Argaiz
También es reseñable un
yacimiento en el “Camino de la
Cañada” que se puede adscribir al paleolítico
medio y en el que se han encontrado en
cantidades abundantes partes de sílex toscos con huellas de extracciones.
Pero será en el neolítico, momento en el que los
humanos se convierten en sedentarios y comienzan a practicar la agricultura y la ganadería, cuando surge en “Cabezo de la Torre” el primer
asentamiento de carácter permanente. Así el hallazgo de dos molinos de mano permite
aventurar la existencia de un pequeño agrupamiento de viviendas en las que la
agricultura y la ganadería serían sus actividades fundamentales, un
asentamiento que además tendría permanencia en el tiempo, pues se han
encontrado en el mismo lugar restos de culturas posteriores. Es presumible que se tratara de una agrupación
de chozas construidas con muros de ramas unidas con adobe. Por lo tanto estaríamos hablando de los primeros pobladores estables de Aldeanueva
que se asentaron en dicho lugar buscando los beneficios de la ubicación y de la
calidad de las tierras.
En la Edad de Bronce el poblado de Cabezo la Torre continúa habitado. Así se han hallado fragmentos de seis vasijas diferentes, de las cuales dos han podido ser reconstruidas en su totalidad y que aparecieron en tierra remozada con restos de cenizas y de partículas minúsculas de huesecillos, y que es muy probable que pertenecieran a un conjunto de vasijas funerarias de carácter ritual, reflejando una costumbre muy extendida de incineración y de culto a los fallecidos.
Vasija Bronce Final. Cabezo La Torre. Foto Arturo Pérez
Otro posible poblado
existió en “Cabezo de Marín” en las inmediaciones de Cabezo de la Torre, y en
el que se han encontrado restos de cerámica
a mano de la Edad de Bronce, decorados con
cordón y mamelones, fragmentos muy rodados que presentan cocciones oxidante y
reductora-oxidante con desgrasante grueso.
A la vista de estos
restos se puede afirmar que en el último periodo del Bronce en Aldeanueva de
Ebro habría pobladores ya permanentes.
NOTAS
1) Herreros González, Carmen;
Santapau Pastor, Mª Carmen (2014). El pasado de Aldeanueva. De las primerashuellas a la primera civilización. La romanizaciónen el entorno calagurritano. El tránsito a la Edad Media. Capítulo provisional del libro Aldeanueva Histórica
2) Álvarez Clavijo, P., Informe sobre las prospecciones
realizadas en el paraje Cabezo de la Torre (Aldeanueva de Ebro, La Rioja), Logroño,
1995, Inédito. Barrios Gil, I., Prospección Arqueológica en el yacimiento
Cabezo de la Torre. Instalación de Parque Eólico, Logroño, 2007, Inédito
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