Ayer, 10 de marzo, dentro de ciclo de conferencias "Los lunes tecnológicos" organizado en Zaragoza por Ibercaja Zentrum , pudimos disfrutar de las siempre refrescantes reflexiones de Alfons Cornella, quien nos hablo de información y sobre todo de innovación.
Para Cornella la característica definitoria de la sociedad actual es su complejidad, su carácter global y las múltiples y a veces impensables relaciones que se establecen a todos los niveles. Un ejemplo: para que una ciudad pueda atraer a personas con talento provenientes de distintos países tiene que contar con colegios internacionales a los que puedan acudir sus hijos. Por lo tanto ya no se puede planificar basándonos en análisis lineales, sino que hay prestar atención a las interrelaciones entre factores en principio alejados.
Por otra parte Cornella destaca un cambio muy importante a nivel económico, al pasarse de un modelo basado en una altísima demanda (por ejemplo en los años 60 había que esperar hasta 1 año para poder conseguir un seat seiscientos) a otro en el que la oferta es desmesurada (por ejemplo la cantidad de modelos de teléfonos móviles existentes en el mercado). Antes, con una fuerte demanda lo que primaba tanto en la producción industrial como en la prestación de servicios era la eficiencia; ahora con una fuerte oferta, la eficiencia de los productos y servicios se da por supuesta, por lo que el requisito clave es la diferenciación: hay que conseguir que el producto o servicio que se coloque en el mercado sea diferente a los demás.
Todo ello le lleva a concluir que el factor no ya de exito, sino de supervivencia en la sociedad actual es la innovación. y ¿qué es para Cornella la innovación?: pues la conjunción de tres conceptos: ideas + valor + resultados: Ideas puestas en valor para conseguir unos resultados.
¿Y cuales son los requisitos necesarios para innovar?
1.- Trabajo en equipo. El primer elemento de la innovación son las ideas, y para conseguirlas hay que trabajar en equipo. La innovación no es una tarea individual de personas muy creativas, sino de un equipo lo más variado posible que garantice el mayor numero posible de perspectivas, y el mayor número de capacidades en las distintas fases de la innovación. Para poder innovar debe haber personas encargadas de detectar de manera sistemática problemas a los que dar solución u oportunidades de desarrollo; para ello una capacidad y una actividad fundamental es la "observación". De esta observación surgirá la idea primigenia el punto de arranque, pero después hará falta que se busque una solución, una respuesta al problema u oportunidad detectado, lo que llevará al desarrollo de ideas de diseño. Pero una vez desarrollado nuestro producto será necesario darlo a conocer, difundirlo, "colocarlo" en el mercado para que finalmente sea usado.
2.- Prototipado rápido. Los productos en el mercado cada vez tiene una vida más corta, siendo sustituidos en plazos de tiempo cada vez menores por otros que ofrecen nuevas funcionalidades; por ello hay que acortar el tiempo desde que se gesta una idea hasta que se desarrolla el producto, lo que se está consiguiendo mediante la realización de prototipos de manera cada más rápida. Cornella nos presentó dos ejemplos de nuevas tecnologías aplicadas al prototipado rapido: la impresora en 3D y la "realidad aumentada" o conjunto de dispositivos que añaden información virtual a la información física ya existente, no sustituye la realidad física, sino que sobreimprime los datos informáticos al mundo real.
3.- Los clientes son el eje central de la innovación, puesto que el objetivo de la misma es conseguir productos o servicios que tengan valor para ellos. Por lo tanto una tarea previa es analizar y descubrir qué es lo que aporta valor a los clientes, para ello presentó la matriz del valor tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda. Pero en el aspecto que más incidió es en resaltar que el cliente es una fuente de valor. Y es que, tal y como señala Don Tapscott, en La creación de valor en la economía digital en la nueva economía la brecha entre los productores y los consumidores se desdibuja, y a medida que los productos altamente personalizados reemplazan a la producción masiva, los fabricantes deben crear artículos específicos que se encuentren imbuidos de los conocimientos, requisitos y gustos de cada cliente en particular. Además ahora los clientes ya participan del mismo proceso de diseño (un ejemplo es la personalización del acceso a difentes tipos de información mediante la sindicación de contenido de distintas fuentes de información: periódicos digitales, blogs... que ofrece la web 2.0). Por ello se puede hablar de prosumidores (productores y consumidores). El poder comienza a desplazarse hacia los clientes, quienes tienen más opciones, mayor información acerca de los productos y servicios y mejor acceso a los proveedores, y son ellos los que pueden impregnar de valor a los productos o servicios con sus conocimientos. Por ello las empresas tiene que hacer participe activamente a los clientes en el proceso de desarrollo de productos a través de un diálogo.
Como conclusión final, Cornella señaló que la innovación es un "estado mental colectivo", y que como tal afecta a toda la sociedad. Es difícil innovar en un país que no sea innovador.
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