jueves, 30 de septiembre de 2010

Mansilla de la Sierra: 50 años después

 
Cada año por otoño el estiaje descubre el antiguo pueblo riojano de Mansilla de la Sierra y una imagen fantasmagórica se ofrece a la vista.

 
Vista general del pueblo

 
Los restos de la iglesia

 
Árboles que ya nunca darán sombra

 
Camino a ninguna parte

Pero no siempre fue así.

Durante siglos Mansilla se benefició de una situación geográfica privilegiada en la confluencia de los ríos Najerilla, Gatón y Portilla, en la que sus vecinos desarrollaron una pujante ganadería, y en cuyo territorio se explotaron desde época romana minas de plata, cobre y plomo. A comienzos del siglo XX era un pueblo prospero, cabeza de comarca, que contaba con 600 habitantes, 10.000 cabezas de ganado, diferentes negocios entre los que se debe destacar la redacción del periódico “El Najerilla”, una farmacia, médico, veterinario, cuartel de la Guardia Civil, Juzgado…

El río Gatón serpenteante y cruzado por siete puentes, atravesaba por la mitad un pueblo construido todo en piedra con calles empedradas, casas blasonadas y edificios como el Palacio de Mansilla que llegó a alojar al Rey Juan II, una imponente iglesia, ermitas…

Pero aquella privilegiada situación fue su perdición. En 1935 se aprobaba la construcción de una presa en la confluencia de los ríos Najerilla, Gatón y Portilla para embalsar sus aguas para el riego y electricidad de los pueblos del Alto Najerilla. Aunque el proyecto se demoró 25 años, finalmente “Un domingo de Ramos de 1960, con el agua por los tobillos, con la Guardia Civil, mosquetón en mano, los habitantes del Viejo Mansilla abandonaron, atropelladamente sus casas, para ir a un nuevo pueblo, donde aun no había luz eléctrica, las calles no estaban terminadas de asfaltar, y no existía un solo pajar donde cobijar el ganado”.

Como indemnización el vecino más afortunado recibió 60.000 pesetas, y se vieron obligados a pagar 300.000 pesetas por sus nuevas casas.

Tal y como se señala en la página oficial del actual Ayuntamiento de Mansilla ¡¡una canallada!!

http://www.mansilla.org/Historia.955.0.html
http://wikirioja.com/wiki/Mansilla_(Pueblo_hundido)

Aprobada la Declaración Universal de Archivos

La Asamblea General Anual del Consejo Internacional de Archivos celebrada el pasado 17 de septiembre de 2010, aprobó por unanimidad la Declaración Universal de Archivos (UDA) .


La Declaración, concebida como una base para la defensa y promoción de los archivos y de los archiveros, reconoce:

El carácter único de los archivos como fieles testimonios de las actividades administrativas, culturales e intelectuales y como reflejo de la evolución de las sociedades.

El carácter esencial de los archivos para garantizar una gestión eficaz, responsable y transparente, para proteger los derechos de los ciudadanos, asegurar la memoria individual y colectiva y para comprender el pasado, documentar el presente para preparar el futuro.

La diversidad de los archivos para dejar constancia del conjunto de actividades de la humanidad.

La multiplicidad de soportes en los que los documentos son creados y conservados: papel, audiovisual, digital y otros de cualquier naturaleza.

El papel de los archiveros, profesionales cualificados, con formación inicial y continuada, como garantes del proceso de producción de los documentos, de su selección y su conservación para facilitar su uso.

La responsabilidad de todos en la gestión de los archivos: ciudadanos, gestores y responsables públicos, propietarios y/o custodios de archivos públicos y privados, archiveros y otros profesionales del campo de la información.

La Declaración supone un compromiso de trabajo conjunto para lograr que:

Se adopten y se apliquen políticas y normas legales en materia de archivos.

Todos los organismos públicos o privados que producen y utilizan documentos en el ejercicio de sus actividades valoren y ejerzan eficazmente la gestión de sus archivos.

Se doten los recursos adecuados para asegurar la correcta gestión de los archivos, incluyendo profesionales debidamente cualificados.

Los archivos sean gestionados y conservados en condiciones que aseguren su autenticidad, fiabilidad, integridad y uso.

Los archivos sean accesibles a todos, respetando las leyes sobre esta materia y las relativas a los derechos de las personas, de los creadores, de los propietarios y de los usuarios.

Los archivos sean utilizados para contribuir al desarrollo de la responsabilidad de los ciudadanos.

martes, 28 de septiembre de 2010

Estado actual de la reutilización de la información del sector público en España

En España, existe poca conciencia del potencial económico de la reutilización de la información del sector público, tanto en el ámbito público como en el privado. Está es una de las conclusiones a las que ha llegado el Grupo Publidoc de la Universidad Complutense de Madrid en el informe “Información del Sector Público (ISP): Identificación de Posibles Acuerdos Exclusivos – España” elaborado para la Comisión Europea.
Después de tres años de la publicación de la Ley 37/2007, sobre reutilización de la información del sector público ésta sigue siendo desconocida tanto por los administradores públicos como por sus potenciales beneficiarios privados, lo que queda evidenciado en el hecho de que la demanda de información por parte del sector privado, no ha aumentado después de la entrada en vigor de dicha ley. Así, a pesar de la gran cantidad de información pública disponible en la Administración, actualmente la mayoría de los organismos públicos todavía no han distribuido o vendido información con fines comerciales.

El perfil medio de los reutilizadores en España coincide con el modelo de pequeñas y medianas empresas, con más de cinco años de actividad y con una facturación anual inferior a 7 millones de euros, que opera en áreas de derecho, negocios, marketing o en el sector de publicaciones. Estas empresas reutilizan fundamentalmente información económica, legal y en menor medida social y de transportes.

La reutilización de información resulta dificultosa en España, así la mayoría de los reutilizadores han experimentado problemas al intentar reutilizar la información pública, principalmente problemas de usabilidad e interoperabilidad de la información con respecto a la obtención, descarga y estructuración de la misma.

Por parte de las administraciones públicas en estos momentos ninguna agencia central está regulando la reutilización de información del sector público y tampoco existe una política nacional a este respecto. Las políticas de precios y los términos y condiciones de reutilización de la información no son claras, y en la mayoría de los casos, no existe ningún departamento o unidad en los organismos del sector público que se encargue, concretamente, de la reutilización de la información.

Para mejorar esta situación en el informe se realizan las siguientes recomendaciones:
  1. Definir una política activa de comunicación y difusión en relación con los contenidos y beneficios de la ley de reutilización de la información.
  2. Definir responsabilidades y funciones en materia de reutilización y en cada organismo público debería designarse, explícitamente, una unidad o servicio para ese encargo.
  3. Fomentar reuniones o eventos sectoriales de reutilizadores para informar sobre las políticas de información pública.
  4. Mejorar la Administración General del Estado la interoperabilidad y facilitar la información en formatos reutilizables.
  5. Fomentar el desarrollo de políticas claras de precios y la aplicación de criterios específicos sobre la información del sector público.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Galgos o podencos?

El final del verano suele venir acompañado por la proliferación de cursos o jornadas formativas ampliamente publicitados a través de diversos medios. Una de éstas próximas jornadas se van a centrar en los “sistemas integrados de gestión documental” entendidos de una manera muy amplía de modo que dan cabida tanto a sistemas de gestión bibliotecaria como de archivos.

Ante este uso laxo del término, Lluís-Esteve Casellas i Serra, a través del foro Arxiforum advertía del riesgo de confusión entre profesionales próximos como somos archiveros, bibliotecarios y documentalistas al quedar difusas las diferencias entre lo que hacemos unos y otros; y convencido de que los límites y bases profesionales para quien ejerce a diario una u otra profesión estan claros, proponía la necesidad de consensuar los límites del concepto “Sistema Integrado de Gestión Documental”.
En mi opinión, disponer de unos conceptos y utilizar una terminología precisa y consensuada no sólo es necesaria para garantizar una correcta comunicación sino que es un requisito imprescindible para que una disciplina avance. En este sentido esforzarnos por delimitar el concepto “Sistema Integrado de Gestión Documental” puede resultar muy pertinente a nivel teórico -o científico si nos ponemos más presuntuosos-, así mismo a efectos prácticos esta claridad conceptual puede que ayude a delimitar las fronteras profesionales entre archiveros, bibliotecarios, y documentalistas; ahora bien suponer que de ello se va a derivar una mejor y más nítida imagen externa de nuestro cometido, ya no lo tengo tan claro.

Pienso que la reafirmación profesional tiene que venir de nuestra capacidad para dar respuestas ágiles a los complejos problemas de la actual y futura gestión documental, una gestión que como la sociedad que nos ha tocado vivir es mestiza y en continuo cambio. Aprender a evolucionar continuamente, y ser capaces de utilizar sin prejuicios todo aquello que necesitemos -provenga de donde provenga- así como de prescindir de todo lo que sea innecesario -por muy sacralizado que esté- creo que es el camino.

Por otra parte “popularizar” una correcta imagen social de nuestras funciones resulta prioritario.

Y es que el problema no es tanto la utilización que del término “Sistema Integrado de Gestión Documental”, u otros semejantes, hacemos los distintos profesionales de la información (archiveros, bibliotecarios, documentalistas), sino de como se han apropiado de los mismos, profesionales muy alejadas a nosotros.

Un ejemplo. Desde hace tiempo sigo con curiosidad el blog de una empresa que desarrolla y comercializa un programa de gestión documental, y desde cuyas páginas se explica que deben entender las empresas por gestión documental y como abordar un proyecto de este tipo; pues bien su último post titulado “Cómo clasificar documentos” resulta ilustrativo de cómo se vulgarizan y pervierten conceptos y metodologías nucleares en nuestra profesión. Veamos lo que dice:
Hace unos días comentaba los detalles de la instalación de nuestro software a un nuevo cliente, y sucedió algo que ya es habitual pero no deja de ser sorprendente […] Su preocupación principal era: “¿Cómo vamos a organizar los documentos? […] después de 25 años desarrollando y vendiendo software ya estoy más que acostumbrado a que me pregunten cuestiones que poco o nada tienen que ver con “lo mío“, así que le respondí lo mejor que pude y los dos juntos nos pusimos, bolígrafo en mano, a diseñar la estructura de carpetas que crearemos y servirá para clasificar sus decenas de miles de documentos.
¿Y qué metodología se puede utiliza para diseñar la estructura clasificatoria? Pues al parecer dos sencillos trucos son suficientes para despachar un asunto tan vital, en una sola mañana:
En cuanto a mi respuesta a este caso, utilizo con frecuencia dos viejos trucos muy poco tecnológicos pero que me suelen dar muy buen resultado. En primer lugar les pregunto: ¿Cómo lo hacéis ahora mismo, antes de instalar el nuevo programa? Lo normal es que esta duda ya la tengan resuelta. […] El segundo truco parece obvio, pero no es tan sencillo de aplicar en la práctica. Lo que les digo es: vamos a simular las tareas de un día corriente, lo que vas a hacer con el programa cada día.
El post finaliza con una pregunta para nota: “¿conoces algún otro truco para ayudar a la gente a organizar sus papeles?”.

Como colectivo creo que dedicamos más esfuerzo a debates y disquisiciones teóricas destinadas a establecer límites profesionales difícilmente entendibles fuera de nuestro ámbito, que a “popularizar” una correcta imagen social de nuestras funciones. El riesgo que corremos es que nos ocurra como a los conejos de la fábula de Iriarte, perdidos en una discusión sobre galgos o podencos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Orientación sobre la elaboración de un esquema de metadatos

Las organizaciones necesitan sistemas de información que capturen y gestionen información contextual que ayude al entendimiento, uso, acceso y gestión de sus documentos a lo largo del tiempo. Esta información es crítica para afirmar la autenticidad, fiabilidad, integridad, disponibilidad y valor probatorio de los documentos. En su conjunto, esta información se conoce como metadatos para la gestión de documentos.
Los metadatos han sido definidos como datos que describen el contexto, el contenido y la estructura de los documentos y su gestión a lo largo del tiempo. Se trata de una parte inseparable de la gestión de documentos en cualquier formato, y pueden usarse para distintos fines relacionados con la identificación, autenticación, descripción, localización y gestión de sus recursos de forma sistemática y consistente para cumplir con los requisitos propios de una organización.

La guía general y punto de partida esencial para abordar un proyecto de aplicación de metadatos para la gestión de documentos es la norma UNE-ISO 23081, documento de alto nivel en el que se establece un marco para la creación, gestión y uso de metadatos para la gestión de documentos, y se explican los principios por los que deben regirse.

A la hora de utilizar los metadatos necesitaremos disponer de un esquema o plan lógico que muestre las relaciones entre los distintos elementos del conjunto de metadatos, normalmente mediante el establecimiento de reglas para su uso y gestión. Este esquema de metadatos puede ser de nueva creación o podemos adaptar a nuestra organización un esquema ya existente.

Para ayudar a decidir entre construir o adaptar un esquema de metadatos, y proporcionar algunos consejos para su implantación, AENOR ha traducido al castellano el documento “Orientación sobre la elaboración de un esquema de metadatos” elaborado por la Organización Internacional de Normalización (ISO)

Este documento se dirige a la persona o grupo de personas de una organización implicados en la creación de una estructura formal de metadatos aun cuando puedan tener una escasa experiencia en este tipo de trabajo, para que con su lectura puedan comprender si se crea un nuevo esquema o si se adapta uno ya existente, cómo conseguir su puesta en marcha y los puntos clave que se deben cumplir.

jueves, 9 de septiembre de 2010

En rojo y blanco: la alta Saboya


--> Refugio de Plan de L'Aiguille