martes, 18 de marzo de 2014

Premiada la Plataforma de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Zaragoza



La Plataforma de Gobierno Abiertodel Ayuntamiento de Zaragoza ha sido galardonado en el IV Congreso nacional de Interoperabilidad y Seguridad con el premio al mejor proyecto en Participación Ciudadana y Gobiernos Abiertos en Administración Pública.



Desde 2010 el Ayuntamiento de Zaragoza trabaja en su portal de datos abiertos y ha publicado aproximadamente 200 conjuntos de datos en formato abierto, accesibles para cualquier usuario a través de la plataforma Gobierno Abierto. Gracias a esta iniciativa, se ha establecido un nuevo canal de comunicación entre la ciudadanía y el Ayuntamiento de Zaragoza.


La plataforma de Gobierno Abierto recoge:
  • El proyecto Datos Abiertos Zaragoza, que fomenta la apertura efectiva de los datos públicos que obran en su poder, facilitando la reutilización de la información por parte de la ciudadanía, las empresas y otros organismos, lo que ofrece un aumento de la transparencia de la administración, el incremento de la participación ciudadana y la posibilidad de crecimiento económico en distintos sectores dado que el usos de formatos abiertos garantiza las posibilidades de reutilización por terceros.
  • El Portal Transparencia que facilita el acceso, la visualización y la comprensión de los datos que permite a la ciudadanía la evaluación de la gestión de su ayuntamiento y la participación inteligente a través de los servicios y procesos de participación. En un principio los contenidos de este portan están basados en el Índice de Transparencia Internacional.
  • Infraestructura de Datos Espaciales (IDEZar) que tiene entre sus objetivos principales facilitar a la ciudadanía el acceso a la información localizándola sobre un mapa y permitiendo de esta forma ofrecer servicios y aplicaciones que proporcionen un valor añadido a la gran cantidad de contenidos que el Ayuntamiento ofrece a la ciudadanía
  • Portal Ciudadanía.Participación y Colaboración que pone a disposición herramientas de escucha y opinión haciendo posible la Participación Ciudadana en la toma de decisiones y soluciones.

viernes, 14 de marzo de 2014

La dispersión de la documentación municipal de Aldeanueva de Ebro (II: el matadero municipal)

En el año 1991 un volumen importante de la documentación municipal de Aldeanueva de Ebro se encontraba en el matadero, adonde había ido a parar tras un duro peregrinaje por el que muchos documentos atesorados durante siglos desaparecieron para siempre y los que permanecieron se conservaban en unas condiciones deplorables.

Parte de la documentación recuperada del matadero

Hasta mediados del siglo XX la documentación municipal se había conservado prácticamente intacta, con la única excepción de los destrozos ocasionados por las tropas francesas durante el saqueo realizado los días 22 al 24 de noviembre de 1808. Pero ni las alternancias políticas del siglo XIX, ni las guerras carlistas que solo afectaron indirectamente a la localidad, ocasionaron destrucciones en la documentación. Por su parte, en la guerra civil de 1936 la rendición sin ningún tipo de resistencia de la población ante el avance del ejército sublevado libró al pueblo de las destrucciones que en otros lugares ocasionó la lucha.

Sin embargo fue el creciente volumen de la documentación el que empezó a plantear problemas de falta de espacio en el archivo municipal, iniciándose un verdadero calvario para el fondo documental. La primera solución al problema del espacio se adopta el 30 de octubre de 1946, al aprobar el ayuntamiento en pleno ordinario la venta del "papel viejo, gacetas, boletines y otros inservibles [...] que resulte de expurgo" (Libro de Actas, Archivo Municipal de Aldeanueva de Ebro A.M.A. caja 18, carpeta 4 h. 45 v.)

Pero la medida no fue suficiente, por lo que tras retirar una serie de documentos considerados de importancia, el resto de la documentación carente de vigencia administrativa, se trasladó a una habitación de las Antiguas Escuelas, edificio donde se ubicaba el Juzgado de Paz y la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos. Con el paso del tiempo la documentación municipal allí contenida, se fue desparramando por los suelos, y tras el abandono del citado edificio se vio expuesta a todo tipo de avatares. 

El mayor daño se produjo en el año 1983 cuando el derribo del mencionado edificio obligó a desalojar la documentación. Creyéndola sin ningún valor, una parte se quemó y otros 1520 kilos de documentos se vendieron a peso a un chatarrero (Justificantes de la venta efectuada el 13 de enero de 1983. A.M.A., caja 416, carpeta 12).

Una pequeñas parte de esta documentación se salvó gracias a la actuación del Alguacil del Ayuntamiento, quien retiró aquellas cajas, legajos y carpetas que se encontraban en mejor estado. Esta documentación se trasladó al matadero municipal, donde entre señales, herramientas y aperos diversos permaneció durante 8 años expuesta a todo tipo de adversidades.

Desgraciadamente este no fue un caso aislado en La Rioja, haciéndose eco los medios de comunicación regionales en el año 1985 de casos como el de la destrucción del archivo municipal de Quel, el abandono del archivo municipal de Alfaro o el expolio de documentos de distintos municipios que se vendían en tiendas de anticuarios.

Ante esta alarmante situación la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de La Rioja para evitar las "destrucciones inexplicables" que se producían y la consecuente merma del patrimonio documental riojano envió una circular a los ayuntamientos riojanos en la que instaba al traslado de todos los archivos municipales al Archivo Histórico Provincial de Logroño con carácter de depósito y mediante acta notarial con el fin de que los municipios no perdieran nunca la propiedad sobre la documentación. A su vez coordinaría con el Instituto de Estudios Riojanos una campaña de ordenación y clasificación de estos fondos documentales.

A dicho traslado se opuso por unanimidad la corporación municipal de Aldeanueva de Ebro, en sesión plenaria ordinaria celebrada el 26 de febrero de 1985 (Libro de Actas. A.M.A. caja 556, carpeta 3).

Pero aún deberían permanecer durante seis años más buena parte de la documentación en el matadero hasta que en el verano de 1991 se recuperara y trasladara a las dependencias municipales donde tras su limpieza en profundidad fue organizada, descrita e instalada en el Archivo Municipal.

domingo, 9 de marzo de 2014

La dispersión de la documentación municipal de Aldeanueva de Ebro (I: el Archivo Parroquial)

En el año 1991 comencé los trabajos de recuperación, organización y descripción del Archivo Municipal de Aldeanueva de Ebro, gracias al apoyo económico del Instituto de Estudios Riojanos a través de una beca a la investigación y a la posterior contratación de mis servicios por la corporación municipal encabezada por Félix Minguillón quien siempre mostró su apoyo y entusiasmo por el proyecto.


En aquella época la documentación municipal se hallaba dispersa en distintos emplazamientos:

1.- Las dependencias municipales.
2.- El Archivo Parroquial.
3.- El matadero municipal.

La documentación municipal en el Archivo Parroquial

De modo casi paralelo al trabajo en el Archivo Municipal llevé a cabo la organización y descripción del Archivo Parroquial, y una de las muchas sorpresas que deparó este archivo fue descubrir una serie de legajos con documentación municipal de los siglos XVI al XVIII, toda ella de gran valor, en su mayoría de origen real y con anotaciones como derechos de aguadas o viñas que permitían hacer un primer acercamiento a su contenido.

Conocer la razón por la que ese conjunto documental se encontraba en el archivo parroquial, cómo y cuándo se llevó, o determinar si ese fue su primer y único depósito fueron interrogantes que desde un primer momento interesaba contestar.

Gracias a las actas de entrega de documentación redactadas entre 1535 y 1581, contenidas en el primer libro de actas conservado del concejo de Aldeanueva, junto a las actas e inventarios de documentos realizados en los año 1594, 1595, 1598 y 1600 se pudo contestar estas preguntas a la vez que conocer cuál fue la documentación municipal en el siglo XVI.

Los resultados de esa investigación fueron dados a conocer en un artículo publicado en 1993 en la revista Berceo bajo el título “La documentación municipal del Aldeanueva de Ebro (La Rioja)” accesible en Internet

Tal y como se expone en el mencionado artículo en el año 1500 los Reyes Católicos institucionalizan el Arca de los Privilegios cerrada con tres llaves y que debía de servir de depósito seguro para la documentación de los concejos a quienes un año más tarde, les exigían la formación de libros en los que registrasen sus ordenanzas, privilegios, escrituras y sentencias a su favor.

El documento original más antiguo conservado en el archivo municipal de Aldeanueva de Ebro data del año 1502, lo que hace pensar que hasta la promulgación de las pragmáticas de los Reyes Católicos, el concejo no se preocupó de la conservación documental.

El primer contenedor de la documentación fue un arca de pino cerrada con una llave, reemplazada en el año 1577 por otra arca cerrada con dos llaves, que a su vez fue sustituida en 1595 por una de tres llaves. Desde al menos el año 1535, el arca era custodiada en las casas particulares de los regidores, y dado que el cargo era renovado anualmente esta iba transitando de casa en casa.

Era frecuente que algunos de los documentos estuvieran en manos de particulares, lo que unido al continuo trasiego del arca provocó la pérdida de documentación, por lo que se sintió la necesidad de depositar el arca en un lugar fijo y seguro.

Pese a la existencia de casa de concejo se decidió depositar la documentación dentro de la iglesia parroquial de San Bartolomé, en un archivo que había sido construido en el año 1594, fecha en la que se traslada la documentación al mencionado archivo. La razón que llevó a las autoridades municipales a depositar la documentación en la iglesia hay que buscarlo en el respeto que inspiraban los lugares sagrados y en la solidez y seguridad de su fábrica, un respeto y seguridad que no ofrecía la casa consistorial.

Presumiblemente el archivo se localizó en el muro norte, lado del Evangelio de la iglesia, entre las actuales capillas del Santo Cristo y de San Sebastián, a tres metros del suelo, y era un pequeño espacio abierto en dicho muro con capacidad para albergar únicamente el arca del concejo. Se cerraba con dos llaves custodiadas por un alcalde y un regidor.

Funcionamiento del archivo

La responsabilidad de la documentación concejil recaía en las autoridades municipales y escribano del concejo. Dado su escaso volumen documental no se hacía preciso organizarla para localizar y recuperar rápidamente el documento o documentos en los que se estuviera interesado, siendo suficiente su disposición ordenada dentro del arca.

Si bien la documentación estaba en poder y al servicio de los gobernantes y administradores del municipio, a ella también tenían acceso personas particulares, cuando su contenido les afectaba directamente.

El control documental se conseguía gracias a unos inventarios redactados por el escribano. Hasta 1594, los inventarios se realizaban cada vez que se producía el cambio de regidores. Como consecuencia del cambio, los regidores salientes entregaban la documentación que custodiaban a los entrantes, estando presentes en dicho acto normalmente un alcalde ordinario y el escribano. Este último, levantaba acta de la entrega, en la que consignaba la fecha completa (día, mes, año y lugar), los nombres de los regidores salientes y de los entrantes, los nombres de los testigos (alcaldes ordinarios y escribano) y el inventario de la documentación contenida en el arca.

La finalidad primigenia de dichos inventarios era servir de justificación de la documentación que se entregaba a los nuevos regidores y de la cual debían dar cuenta cuando cesasen en el cargo.

Al fijarse el depósito de la documentación concejil en la iglesia parroquial se redacta un nuevo inventario "para aver noticia, quenta y razon de ellas", en definitiva un auténtico instrumento de descripción documental cuyo objetivo era dar información y facilitar el control de la documentación contenida en el archivo, siendo este el carácter que tendrán los nuevos inventarios que se realicen.

Todos los inventarios redactados a lo largo del siglo XVI describen muy someramente cada uno de los documentos, mencionando el tipo documental del que se trata (provisión, requerimiento, licencia, arrendamiento, ordenanza...) y el asunto, no apareciendo en ninguna ocasión la fecha ni lugar de expedición del documento.


No hay ninguna clasificación ni orden que estructure a dichos inventarios, reseñándose la documentación presumiblemente conforme se iba sacando del arca.