viernes, 30 de agosto de 2013

Las primeras exhumaciones de asesinados en la Guerra Civil tras la muerte de Franco

Durante la Guerra Civil dos mil riojanos serán asesinados por su militancia republicana, socialista, anarquista o comunista, o, simplemente, por su empeño en conseguir una vida mejor y más justa. Dos mil riojanos asesinados sin frente, sin trinchera, sin juicio, sin remisión… con nocturnidad y alevosía. Dos mil asesinados cuyos nombres y apellidos podemos conocer gracias al trabajo de Jesús Vicente Aguirre, Aquí nunca paso nada. La Rioja 1936.

En Aldeanueva de Ebro fueron 52 las personas asesinadas en el año 1936, en su inmensa mayoría jóvenes, jornaleros y pertenecientes al sindicato anarquista CNT. A estos se debe sumar otros 15 nacidos en Aldeanueva de Ebro pero residentes fuera. La lista de los asesinados la ha facilitado recientemente Jesús Vicente Aguirre para el proyecto de investigación Aldeanueva Histórica.

Y como si nunca hubiera pasado nada, sus viudas, huerfanos, padres, hermanos... debieron guardar silencio durante más de cuarenta años, sin saber donde se encontraban sus restos, hasta que una vez recuperada la democracia empezaron a cavar barrancos, cunetas y cementerios... donde habían sido arrojados sus familiares.

Fueron las primeras exhumaciones de los asesinadosen la Guerra Civil realizadas en España. Cuesta entender como en otros lugares de España todavía no se hayan podido llevar a cabo estas exhumaciones.


"Hemos cavado barrancos, cunetas y cementerios..."
Familiares de los fusilados de Aldeanueva de Ebro buscaron a la muerte de Franco las fosas donde habían sido arrojado los suyos. Emiliano León, hermano de dos de las víctimas, recordaría después en el funeral una frase del obispo de Cartagena: "Benditos sean los cañones, si en las brechas que abren florece el Evangelio" para contraponerlas con los curas navarros que les estaban ayudando a rehabilitar a sus familiares: "Hoy otros sacerdotes de aquella Iglesia que os despreció han venido a rezar por vosotros y a decirnos 'vuestro dolor es nuestro dolor..."


¡Encontrados!
Familiares y voluntarios recuperan los restos de fusilados de Aldeanueva de Ebro (La Rioja) El párroco navarro Eloy Fernández diría en el funeral posterior, en 1979: "En aquella guerra del 36 una parte importante de la Iglesia no estuvo a la altura. Por esta claudicación de la Iglesia, a vosotros, familiares de los fusilados, nosotros, sacerdotes de esa Iglesia, os pedimos sincerísimamente perdón por el gravísimo mal que se os hizo..."


Funerales multitudinarios
Tras las exhumaciones, en más de 60 pueblos de Navarra y La Rioja se oficiaron multitudinarios funerales como este, en Rincón de Soto, en 1979. Sacerdotes, familiares de los fusilados y vecinos atravesaban el pueblo con los ataúdes y banderas republicanas.

Recuperados y enterrados con dignidad los restos de los familiares tanto tiempo desaparecidos, y a pesar de conocer los nombres de sus asesinos y de las aberraciones que les habían infringido no se produjo ninguna venganza.

jueves, 29 de agosto de 2013

Refugios antiaéreos en Alcañiz

En Alcañiz durante la Guerra Civil, para proteger a la población de los ataques áreos, se construyeron una serie de refugios o se habilitaron distintos espacios, unos 40 en total, dispersos por las distintas calles de la localidad, y a los que acudían los alcañizanos cuando “las pavas” -así llamaban a los aviones bombardeos- sobrevolaban sus cielos.


Recientemente el Ayuntamiento de Alcañiz rehabilitó uno de estos refugios construido en 1937 junto a uno de los tramos de la antigua muralla medieval del barrio de los Almudines. Con una supuesta capacidad de 230 personas, este refugio antiaéreo es una estructura alargada de unos 2 metros de anchura por 1’90 de altura. Está cubierto por una bóveda de hormigón de unos 30 cm. de grosor y en la que todavía se pueden observar las marcas de las tablas que se utilizaron para su encofrado, algunas de ellas con las iniciales de la CNT y la FAI, organizaciones encargadas de su construcción.


El regugio cuenta con dos entradas pero no tiene ningún respiradero, ni tampoco había luz artificial, por lo que la estancia debía ser bastante agobiante.

No obstante de poco sirvieron estos refugios, cuando la tarde del 3 de marzo de 1938 la aviación italiana sorprendió a toda la población. Con el frente de guerra más próximo a 70 kilómetros de distancia nadie esperaba a los aviones; además los sistemas de seguridad fallaron y las sirenas que debían avisar a la población no sonaron, por lo que ninguno se dio cuenta hasta que las bombas empezaron a explotar a las 16:30 en el mismo centro de Alcañiz. Las 10 toneladas de bombas arrojadas en las calles alcañizanas -el doble que en Guernica- provocaban más de 250 muertos y 500 heridos en un bombardeo tan mortífero como olvidado.

   

Sobre la actuación italiana en Alcañiz, hace tres años escibí la entrada Alcañiz, 1938

jueves, 1 de agosto de 2013

La fiebre amarilla en Aldeanueva de Ebro

Los brotes epidémicos de uno u otro tipo han sido a lo largo de los siglos la causa de muertes masivas ante la mirada aterrada de una población impotente frente al posible contagio. Si durante la Edad Media y Moderna fue la temida peste la principal plaga epidémica, ya en el siglo XIX fue la fiebre amarilla y el cólera las que asolaron a la población.


Una de las principales medidas administrativas y sanitarias adoptadas para detener o/y evitar la extensión de la enfermedad fue el bloqueo de las poblaciones, estableciendo cordones sanitarios que los aislasen del con­tagio.

Esto fue precisamente lo que se hizo en Aldeanueva de Ebro en 1821,  ante la amenaza de la fiebre amarilla que ese mismo año empezó a desarrollarse a partir de Barcelona: impedir la entrada de personas que pudieran estar infectadas y aislar en lazaretos a los aldeanos ya contagiados.

Así reunida la Junta de Sanidad estableció toda una serie de medidas extraordinarias:

  • Control estricto de los viajeros que entraban al pueblo, quienes debían acreditar su conducta y salud.
  • Vigilancia de las cuatro puertas de entrada al pueblo.
  • Prohibición de entrada al pueblo de los mendigos.
  • Creación de dos lazaretos,  uno a kilómetros del núcleo de población para los enfermos contagiados y otro “limpio” en las inmediaciones dentro de la ermita de San Roque.

1821, octubre, 11. Aldeanueva de Ebro
Disposiciones de la Junta Local de Sanidad para controlar y evitar el contagio y propagación de la epidemia de fiebre amarilla.
Caja 13, carpeta 48,fols. 22v-23
"En la villa de Aldeanueva a onze de octubre de mil ochozientos veinte y uno. El señor alcalde constitucional y demas individuos de la Junta de Sanidad instalada en esta villa, por ante mi el escribano se acordo que inmediatamente se publique bando, facultando a todo vezino para que pidan los pasaportes a todo viagero de a pie y a caballo, sin permitirles entrar en esta villa, hasta tanto que acrediten su conduzta y sanidad.

Que se pongan cuatro guardias, que diariamente celen en las cuatro principales puertas de esta villa, que lo serán la portalada, calle grande, Arco del portal y camino de Autol, con el fin indicado.

Que no se permita la entrada a ningun pordiosero tenga o no pasaporte.

Que el mesonero, inmediatamente que se ospede algún individuo en su posada, especialmente de noche cuando se haian retirado los guardas, de parte de su prozedencia y pasaporte al señor alcalde baja la multa de 20 reales.

Que esto mismo egecute todo vezino de cuantos huespedes rezivan en su casa, bajo la misma pena.

Que las guardias cuiden los puntos que se les señalen con todo cuidado y vigilancia desde las siete de la mañana hasta el toque de la orazion por la tarde sin abandonarla bajo su inmediata responsabilidad y daños y perjuizios, y la multa de 20 reales.

Se establece por Lazareto para los enfermos contagiados de Epidemia, la casa Dezmera de los señores canónigos de Alfaro, sita en el término de Oyalengua, por ser el sitio más comodo y a proposito para el efecto, y para lazareto limpio la hermita de San Roque de esta jurisdicción.

Así lo acordaron y firmaron los señores de la Junta y Presidente de ella a que doy fe. (firmas)"

PRADO MARTÍNEZ, Miguel Ángel del (1991). La fiebre amarilla en Aldeanueva de Ebro, La Brujula: Guía informativa de Aldeanueva de Ebro, n. 10 (dic. 1991)