martes, 30 de septiembre de 2014

Seguro mutuo contra el pedrisco

Las tormentas de granizo siempre han constituido uno de los riesgos climáticos más dañinos para la actividad agraria y más temidos por los agricultores. Para paliar las pérdidas económicas que ocasionaba, desde el año 1916 la Federación de Sindicatos Agrícolas Católicos de la Rioja con la mediación de los sindicatos locales gestionó un seguro mutuo del que se beneficiaron los agricultores aldeanos.


Los socios interesados en el seguro debían suscribir una póliza en la que figuraba la relación de las fincas a asegurar, su extensión, cultivo y valuación de frutos, abonando un 0’5% del valor asegurado.
Al día siguiente de sufrir una pedregada los socios damnificados debían comunicarlo al sindicato y tres peritos tasadores del sindicato del pueblo más próximo valoraban el daño sufrido.
Fijada la cantidad a indemnizar a cada socio siniestrado, esta se obtenía mediante derrama a los sindicatos que tuvieran este seguro, haciendo los sindicatos lo propio respecto de los socios interesados.
Ningún socio tenía que pagar más del 3’5% del capital que figuraba en su póliza y si algún año la cantidad a indemnizar era mayor que la que se podía reunirse, el fondo resultante se repartía a prorrateo entre los socios damnificados, quienes no tenían derecho a mayor indemnización.

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