lunes, 17 de diciembre de 2007

Estamos cambiando de escala

Rafa va a cerrar su pequeña papelería de barrio. Hoy a las 7:45 de la mañana, rodeado de su universo de periódicos, revistas, coleccionables, bolígrafos, juguetes, paquetes de papeles, golosinas … y mientras me cobraba el periódico me lo ha anunciado: en cuestión de días cierra la papelería, le resulta imposible resistir más con las ventas que realiza. Siente vértigo ante su futuro laboral, y es que no es fácil comenzar una nueva vida pasados los 40 años. Pero sobre todo en su mirada enmarcada por unas oscuras ojeras, se refleja una profunda tristeza por tener que abandonar el negocio familiar heredado de su padre. Se va a cerrar una papelería propia de un mundo próximo a desaparecer, en el que primaba las relaciones humanas directas. Su reducido espacio abigarrado de objetos estaba concebido a escala humana.

 










Pero las cosas ya no se hacen a la medida de las personas, sino de las multitudes. Ya todo se proyecta a “Gran Scala”.

Me lo confirmaba ayer Juan Carlos Moles Bosque “Moletes” mientras contemplábamos la pista de karting desde un ventanal del bar de la Ciudad del Motor de Alcañiz. Juan Carlos vende juguetes y posiblemente el contacto continuo con los niños le hace tener una febril creatividad que le lleva a imaginar proyectos en principio descabellados. Fue él quien hace más de 10 años, me explicó con pasión una de sus ideas: construir una pista de formula 1 en Alcañiz. Hoy su idea se está haciendo realidad, y se emociona hablando de todo su potencial: cientos de miles de turistas al año vendrán para disfrutar de las competiciones deportivas -entre las que incluye un campeonato de la fórmula 1 impulsado por la proximidad de Gran Scala en los vecinos Monegros-, y atraídos por el asombroso edificio diseñado por Norman Foster
 
Por ello cree que hay que estar atento a lo que viene, y ha concebido “Porticus” un proyecto que tiene por objeto conseguir que la ciudad de Alcañiz se beneficie del flujo de visitantes que recibirá la Ciudad del Motor: la Alta Velocidad ferroviaria llegando hasta el subsuelo de la ciudad, aparcamientos subterráneos para los coches de los miles de turistas, una arquitectura singular e identificadora de la ciudad, pérgolas cubriendo las principales calles comerciales y en las que se instalarán las más prestigiosas marcas…
Hay que preparar un nuevo mundo a escala de la multitud.

Este parece ser el futuro. Pero a mí no me gusta ¿y a ti?

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